Editorial
Por designios del destino, nuestro director y líder falleció ad portas de publicarse la Edición No. 111 del periódico MAESTROLegal, que según la numerología "es un buen momento para establecer intenciones, trabajar en la manifestación consciente y recordatorio que se está en el camino correcto...", para lo cual según los entendidos se debe mantener la positividad, establecer intenciones claras y confiar en la intuición.
Días antes de su partida, el Doctor José Eduardo Ortiz Vela expresó su complacencia por haber escalado hasta esta meta y avizoraba la posibilidad de llegar y sobrepasar la edición No. 200 del periódico.
Estamos seguros que lo lograremos, porque "Chepe", como lo conocían sus amigos, sentó firmes bases y dejó en nosotros imbuido el entusiasmo, sacrificio y trabajo que ello requiere. Fieles a estos ideales, como equipo, seguiremos trabajando por mantener este legado vivo, puesto que ya no es patrimonio solo de ASLEYES, sino del Magisterio Colombiano.
Con el más sincero aprecio por este líder emprendedor que partió hacia las praderas celestiales, presentamos a modo de homenaje apartes de las emotivas palabras pronunciadas por el diseñador del periódico, el Señor Ricardo Huertas Aux en la iglesia de San Andrés Apóstol de la ciudad de Pasto el día 30 de octubre de 2024:
"En esta fecha triste, recordamos la tarde fría de un domingo de las postrimerías del mes de marzo, en la cual preparando una de las ediciones del periódico con la mente y ojos cansados pero con entusiasmo desbordante, reflexionábamos con el Doctor José Eduardo, al borde de la Laguna de La Cocha sobre dos preciadas realizaciones como son: ASLEYES y el periódico MAESTROLegal, quienes además de encargarse de los derechos laborales del magisterio, han contribuido al bienestar de muchas personas que hoy hacen parte de esta gran familia.
La brisa helada nos envolvía y nos invitaba con su eco, a proseguir el arduo pero placentero trabajo, enmarcados en las ondas de la laguna tranquila, con los graznidos de las aves multicolor que buscaban sus nidos para pernoctar, en el entorno mágico de esta laguna, que fue su último paraíso.
Aquí, bajo el último resplandor de los furtivos relámpagos que iluminaban desde el volcán Galeras, reflexionábamos sobre el valor de la vida y del trabajo en un ambiente de cooperación y solidaridad, con su deseo perenne de compartir para que las personas que lo rodeábamos tuviésemos mejores condiciones de vida.
En momentos como este, nos damos cuenta de lo afortunados que fuimos de ser sus amigos y aprendices, de tener la oportunidad de vivir en un lugar donde compartíamos sus enseñanzas, de leer con detenimiento sus editoriales, sus mensajes y sus compartires, que siempre reflejaron su esencia de un verdadero líder que trabajó en pro del bienestar común, utilizando como herramientas y armas su inteligencia y su corazón.
Con su caminar pausado y su sencillez en su actuar nos daba la tranquilidad de tener un padre protector siempre a nuestro lado. Con su honradez y su claridad visionaria hoy nos deja un gran legado no solo para nosotros sino para toda una región y un país, con su coequipero del alma el Doctor Carlos Humberto Quispe, con quien sembraron las semillas y sirvieron de faro para múltiples personas y familias, que hoy agradecemos su bondad y don de gentes.
Hasta Pronto Doctor José Eduardo, su memoria seguirá siendo el faro que ilumine nuestra misión como colaboradores en pro de sus sueños. Quienes no hemos traspasado la dimensión de la vida, hoy lo despedimos de este mundo terrenal y agradecemos sobremanera al Todo Poderoso habernos permitido compartir a su lado.
Para sus hijos José Fernando, Estefanía, Camilo, su esposa, sus hermanas y familia, nuestro más sincero y fraternal abrazo.".
Su legado continuará.